El Día Mundial del Café se celebra el día 1 de octubre, un evento dedicado a honrar la bebida que nos acompaña. Desde su origen en África hasta su expansión por el resto del planeta, el café es mucho más que una simple bebida; es un elemento clave en las culturas y economías de numerosos países.
¿Cuál es el origen del Día Mundial del Café?
El Día Mundial del Café fue establecido en 2015 por la Organización Internacional del Café (OIC), con el objetivo de reconocer a los millones de caficultores y promover el comercio justo. Aunque el café ha sido apreciado por siglos, esta celebración moderna permite que la comunidad global destaque la importancia de la sostenibilidad en la producción y distribución del café.
Video de la Organización Internacional del Café para 2023
La Importancia del café en la cultura global
Desde sus humildes comienzos en el siglo XVI del mundo árabe, el café ha sido un pilar en la vida social y cultural de muchas civilizaciones. Esas primeras tazas de café no solo se consideraban un estímulo para el cuerpo, sino que también se convirtieron en el escenario encuentro para la personas. En estos espacios, las personas se reunían para socializar, compartir ideas y forjar conexiones significativas.
Al llegar a Europa, el café encontró su lugar en ciudades vibrantes para intelectuales, artistas y pensadores como París, Viena o Londres. Estos espacios, conocidos como “cafés literarios” o “cafés bohemios,” emergieron como auténticos epicentros culturales, donde el intercambio de ideas y la creatividad era uno de los objetivos clave.
En los cafés literarios, las tertulias eran el alma de la experiencia. Se reunían para debatir sobre literatura, política, arte y filosofía, creando un ambiente que estimulaba la mente y la imaginación. Figuras destacadas como Voltaire, Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir no solo visitaban estos cafés en busca de inspiración, sino que también contribuían a una rica conversación intelectual que resonaba más allá de sus muros.
Por su parte, los cafés bohemios ofrecían un refugio a artistas, músicos y soñadores. Con un ambiente relajado y acogedor, se convirtieron en lugares propicios para la creatividad y la libre expresión. Lugares icónicos como el Café de Flore y Les Deux Magots en París se hicieron famosos por albergar a talentos legendarios como Pablo Picasso, Ernest Hemingway y Jean-Paul Sartre.
En la actualidad, a pesar de que la tecnología y las redes sociales, los cafés siguen ocupando un lugar especial en la vida social. Siguen siendo espacios vitales de encuentro cultural, donde las personas pueden desconectar de la rutina diaria, compartir historias y disfrutar de la compañía de otros. El café mantiene la viva la esencia de lo que siempre han sido: un lugar de diálogo, conexión y creatividad.
¿Es el café bueno o malo? Lo que dice la nutrición de Harvard
El debate sobre si el café es beneficioso o perjudicial para la salud es constante a lo largo de los años. Sin embargo, según la sección de nutrición de Harvard, hay varios beneficios notables que merece la pena considerar.
El café es una excelente fuente de cafeína, que ayuda a mejorar la concentración y el estado de alerta. También contiene vitamina B2 (riboflavina) y magnesio, nutrientes esenciales que desempeñan un papel crucial en diversas funciones del organismo.
Esta popular bebida está cargada de sustancias químicas vegetales que actúan como antioxidantes. Entre esas sustancias encontramos los polifenoles (como el ácido clorogénico y el ácido quínico) y los diterpenos (cafestol y kahweol). Estos compuestos pueden contribuir a la protección contra enfermedades y a la reducción de la inflamación.
Varios estudios sugieren, que el consumo moderado de café puede estar asociado con una menor incidencia de enfermedades como la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Contrario a lo que muchos podrían pensar, la manera más beneficiosa de disfrutar del café no implica añadir grandes cantidades de azúcar o cremas artificiales. Para maximizar sus beneficios, se recomienda consumir café negro o con un mínimo de aditivos. Además, es preferible optar por métodos de preparación que minimicen los aceites no deseados, como el café filtrado.
Panna cotta de café
Si eres amante del café, te invitamos a preparar esta simple e irresistible receta. Este postre italiano, combina la suavidad de la nata con el sabor intenso del café, creando una experiencia perfecta para los amantes de esta bebida.
Preparación: 1 hora
Reposo de la masa: 3 horas
Ingredientes para 4 piezas
- 400ml de nata
- 30 g de café en grano
- 75 g de azúcar
- 2 o 3 láminas de gelatina (4-6g)
Como preparar la panna cotta de café paso a paso
Paso 1:
Comenzamos poniendo la nata en un cazo junto con los granos de café y el azúcar. Llevamos la mezcla a ebullición a fuego lento, removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue. Una vez alcanzada la ebullición, retiramos el cazo del fuego y dejamos que la mezcla infusione durante unos 30 minutos, permitiendo que el sabor del café se integre bien con la nata.
Cazos y potes
Paso 2:
Mientras la mezcla reposa, ponemos las hojas de gelatina a hidratarse en un plato hondo con abundante agua fría. Esto permitirá que las hojas se ablanden y estén listas para ser disueltas en la nata.
Paso 3:
Transcurrida la media hora de infusión, retiramos los granos de café de la nata. Luego, escurrimos las hojas de gelatina y las añadimos a la mezcla caliente, removiendo bien hasta que se disuelvan por completo.
Paso 4:
Una vez la gelatina se haya integrado completamente, repartimos la mezcla en varios moldes individuales. Luego, los colocamos en la nevera durante al menos tres horas, permitiendo que la panna cotta cuaje y adquiera su textura suave y cremosa.