¿QUÉ HACER PARA QUE NO SE PEGUEN LAS SARTENES? SARTENES QUE NO SE PEGAN: 8 TRUCOS INFALIBLES PARA CONSEGUIRLO.

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El mejor truco para que no se peguen las sartenes es gastar un poquito más y optar por una sartén con un buen antiadherente. Las sartenes que no se pegan son las que llevan un antiadherente de buena calidad y lamentablemente esto siempre es más caro. Puestos a pedir, nos haría enormemente felices que la sartén que utilizas sea de nuestra marca, pero estos consejos también te servirán si no lo es. Eso sí, ten en cuenta que no te servirán de mucho para los antiadherentes de mala calidad, ya que por mucho que los cuides se degradan y estropean muy rápido.

Vamos a dar por supuesto que ya sabes bien cuál es el mejor antiadherente para ti y cuáles son las principales verdades y mentiras sobre los componentes de este tipo de recubrimiento.Y también vamos a dar por supuesto que cuando lees este tipo de cosas acostumbras a aburrirte tanto como cuando lees un manual de instrucciones –si es que lo lees alguna vez- así que vamos a intentar hacerlo un poco más entretenido de lo habitual. Dicho esto, vamos a entrar en materia.

 

8 trucos infalibles para que no se peguen las sartenes

 

  1. Limpia tu sartén con un poquito de agua y jabón antes de estrenarla

Esto no servirá para que tu sartén sea más antiadherente ni para que te dure más tiempo, pero eliminará polvo e impurezas. Esto siempre es de agradecer cuando compramos algo nuevo, sobre todo si vamos a cocinar en ello. Antiguamente en los manuales también decíamos que antes de usar la sartén se tenía que cubrir con una fina capa de aceite para preservar el antiadherente y activar sus propiedades. Pero como esto prácticamente no lo hacíamos ni nosotros porque nos daba pereza y siempre se nos olvidaba, se ha mejorado la tecnología para que ya no sea necesario. ¡Buenas noticias para los perezosos!

 

  1. Que puedas cocinar con el fuego a tope no significa que debas hacerlo. Cocina a temperaturas medias o bajas.

Poner el fuego a máxima potencia para calentar tus utensilios de cocina y cocinar tus platos no es una buena idea. Aunque esperar a que la sartén eche humo antes de cocinar cualquier cosa en ella parezca de entrada lo más práctico, te aseguramos que lo único que conseguirás es cargarte el antiadherente y quemar la comida. Te damos dos alternativas:

  • Deja de hacerlo, hombre. Para que no se peguen las sartenes acostúmbrate a cocinar a temperaturas medias o bajas. Así además preservarás mucho mejor los nutrientes de lo que te comes y todo sabrá incluso mejor.
  • En caso que, inevitablemente y por lo que sea, debas cocinar algo a fuego fuerte, calienta primero la sartén a fuego bajo unos segundos. Súbelo cuando la sartén ya esté templada, así al menos le ahorrarás un poco de sufrimiento al antiadherente y contribuirás a alargar su vida útil.
  1. No pongas una sartén antiadherente en el fuego sin nada encima

Como mínimo ponle unas gotitas de aceite antes de calentarla. Si calientas una pieza vacía, el antiadherente puede sobrecalentarse y eso no es nada bueno si quieres que no se peguen las sartenes. De hecho, uno de los principales enemigos de las sartenes que no se pegan es el sobrecalentamiento. El exceso de temperatura las daña y hace que con el tiempo acaben pegándose.

  1. Trata tu antiadherente como si fuera tu piel

Las sartenes que no se pegan son ahora menos delicadas de lo que solían ser y pueden llegar a aguantar que las trates con aspereza y poco mimo. De hecho incluso soportan que a veces las laves con el estropajo o que uses utensilios metálicos al cocinar aunque sepas que no debes. Pero no lo hagas. En un manual de instrucciones nunca te lo aconsejaríamos. Y por supuesto no uses la sartén como si fuera un plato y comas directamente en ella. Por muy reforzado que sea el antiadherente, no resistirá los cortes de un cuchillo o los pinchazos de un tenedor eternamente.

  1. Una sartén no es un tupper

No guardes la comida en el mismo sitio en que la has cocinado por muy práctica y tentadora que te parezca la idea. No es que el frío de la nevera o la comida en sí misma vayan a hacer que tu sartén se pegue antes, pero es mejor limpiar las sartenes lo antes posible para evitar que el antiadherente se manche.

  1. Deja que se tus utensilios de cocina se enfríen antes de ponerlos bajo el grifo o en remojo

No es por el agua, sino por la temperatura, como cuando nos dicen que esperemos dos horas antes de bañarnos después de comer para no tener un corte de digestión. En realidad podemos bañarnos si no nos metemos de golpe y el agua no está muy fría, y al antiadherente le pasa igual: no es bueno calentarlo de golpe y tampoco es bueno enfriarlo de golpe.

  1. Puedes lavar las sartenes en el lavavajillas, pero en realidad no es necesario

Como hemos dado por supuesto que te has comprado un antiadherente muy bueno para que no se peguen las sartenes, no te va a costar nada limpiarlas. Si quieres puedes ponerlas en el lavavajillas sin peligro, pero ocuparás mucho espacio y, si no vas con cuidado, un cuchillo mal colocado podría rallarlas. Por eso la mejor manera de limpiarlas es simplemente con agua caliente y un poco de jabón. Verás que los restos de comida se van enseguida y que no quedan restos incrustados.

  1. Nuestra fórmula secreta para la grasa más incrustada

Incluso los más fieles seguidores de estos mandamientos pueden tener un descuido alguna vez. Y aunque la mayoría de residuos, incluso los más incrustados, pueden eliminarse con agua caliente y un detergente suave, esta es nuestra fórmula para esos casos extremadamente extremos en los que tenemos la tentación de usar el nanas: mezcla tres cucharadas de lejía y una cucharada de lavavajillas líquido en un vaso de agua. Aplica la mezcla sobre la superficie de cocción y frótala con una esponja. O prueba con alguno de estos trucos para limpiar una sartén quemada. Ah, y nunca, nunca, nunca utilices estropajos, nanas o similares para limpiarlos. Aunque los buenos antiadherentes son ahora muy resistentes, con el tiempo tu sartén antiadherente lo notará.